jueves, 6 de septiembre de 2012

MISS "MARSHALL" MERKEL Y OTROS AMIGUITOS

La visita de la dominadora del espacio llamado Unión Europea, Angela Merkel, traje morado y pose con las manos formando casi un círculo, al estilo de Carlos Jesús o Cristopher, junto al presidente de España, Mariano Rajoy, no sé si estaban protagonizando un encuentro entre dos países, o se encontraban en Raticulín, en la búsqueda de un espacio sideral para escapar del marrón que se viene encima. Aparece como "Bienvenido Mister Marshall", diría que no. Aparece como el látigo de una locomotora alemana dispuesta a que paguemos por nuestros pecados. Mientras ambos dirigentes se reían las gracias a pie de escalerilla, el presidente del Banco Central Europeo, el personaje de la sonrisa semiforzada, Mario Draghi, se esforzaba por parecer creíble de cara a los mercados, e incluso a su propio puesto, para indicar que habían construido la carretera y ahora tenía que ser la Unión Europea y fundamentalmente España e Italia los países encargados de decidir si acudían o no al rescate parcial o total. Salvando estos detalles de carácter técnico, los movimientos de este jueves 6 de septiembre terminarán siendo importantes o no en función de cómo se distribuyan sobre un tablero de ajedrez las siguientes posiciones. Tanto es así que deberíamos conocer la letra pequeña de la ayuda. Y digo deberíamos porque no me gusta nada que no se diga ni una letra de esas condiciones, tan leoninas son como para hacer temblar los cimientos de un país...Acaso no estamos siendo sometidos desde el inicio de la era Rajoy a continuos desagravios de la sociedad del bienestar y quedándonos en un armazón que cada día tiene menos chicha y más hueso.
Me gustaría como ciudadano, si no es mucho pedir, que esas condiciones se expusieran al mismo tiempo que se anuncia la compra ilimitada de bonos, por ejemplo españoles, de entre uno y tres años, para saber si las condiciones de juego son las más idóneas. Y por otro lado, sin molestar, demandar del Gobierno de España que no dude tanto en llevar a cabo medidas concretas si piensa ponerlas en práctica. Entre otras cosas, porque las dudas son altamente penalizadas y el efecto yo-yo está permanentemente sobre el tapete para ser aprovechado por los famosos mercados especulativos, ese es su trabajo, para conseguir beneficios rápidos y amplios.
Por último, da la sensación de no contar con ningún as debajo del brazo, ni España ni Italia, para salir de este pozo...La única receta es crecer pero no se puede hacer disminuyendo el consumo: es imposible..Hay que pensar en salida masiva de trabajadores cualificados y preparados con capital español pero aprovechados en otros países y aumento importante de las exportaciones que facilite liquidez a las empresas porque de los bancos poco podemos esperar mientras ellos no resuelvan sus "problemas" y atiendan a sus accionistas. Al beneficio social se le acabaron los cupones y nos quedan las cartillas de racionamiento..