domingo, 29 de abril de 2012

¿DE QUIÉN ES LA CALLE?

La calle no es de nadie y es de todos. A quién se le olvide, camina por una fina línea, tan delgada, posiblemente, como su mente. ¿Acaso nos preocupan aquellas personas que salgan a protestar porque entiendan nuestra forma de pernsar y actuar sea distinta a la suya? Siempre y cuando se actúe con honradez en las protestas y se haga en consonancia con un pensamiento razonado y no llevado por las vísceras, la protesta será legítima. Pero, ¿quién juzga esa protesta? ¿Los manifestantes o los supuestamente reprendidos? Lo cierto es que el tiempo es el juez y nuestras ideas de ahora nos someten a un futuro incierto. Pero de vuelta con las protestas. La situación actual se veía venir, creo que nadie pensaba lo contrario, y quien lo hiciera, desde luego, vívía en ensoñaciones. A nadie se le escapa que cada movimiento está perfectamente calculado. Con algunas verdades por parte del Gobierno se está intentando vestir a un santo que no necesitaba tanto ropaje nuevo, quizás un retoque, porque en el fondo se buscaba atribuirle un nuevo estilo, mucho más austero, más conservador e incluso más sobrio. Pero, la calle cree que sus ropajes no estaban tan mal aunque debemos pensar que algunas cosas se estaban haciendo mal y era necesario rectificarlas...La calle es de......ustedes mismos....y ¿el púlpito?...

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