La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas en su
barómetro de abril lo deja meridianamente claro: no quiere a la clase política,
o mejor dicho, no quiere a esta clase política. No se puede hacer peor:
suspenden todos…casi ná….a recuperar en septiembre cuando ni siquiera han
pasado la reválida de junio. Y el peor parado de los ministros, si de ellos
hablamos, es el de educación. José Ignacio Wert casi se lo ha ganado a pulso
con sus anuncios y con medidas tremendamente impopulares que van más allá de
meter la tijera, profundizan en una vuelta al pasado con las circunstancias de
ahora. Tanto es así que para el día 22 se plantea una jornada de paro general
en la enseñanza colocando a la comunidad educativa en la barrera de la defensa
de la escuela pública y de otros logros conquistados como intentar que nadie se
quede en el camino….
Por cierto, los ministros, desgraciadamente, suspenden
todos, pero todos, todos, hasta Gallardón, el que mejor nota saca con un 4,3….a
la justicia todavía no le ha llegado su sanmartín pero, todo se andará…
La cosa no acaba ahí….Porque la clase política en general
está para cambiarla por completo..No aprueba nadie, la mejor valorada es Rosa Díez
que roza el 4,5 y le sigue Rubalcaba con 4,1..Rajoy se queda en un raquítico
3,84. Independientemente de las notas de abril…éstos también van a septiembre,
la percepción es la necesidad de aportar figuras políticas verdaderamente
representativas. El descontento va más allá de la economía y muestra una desilusión
de gigantescas proporciones y con un agujero negro en el futuro difícil de
percibir. En todo esto, siempre hay que saber calibrar las impresiones instantáneas
para convertirse en un corredor de fondo…un fondo cada vez más oscuro y, no se
olviden, se nos están acabando las cerillas. ¿Vendrán los bancos a nuestro
rescate?
1 comentario:
desgraciadamente en España cualquier amiguete,familiar o pelota de turno vale para ocupar un puesto político.Cobrando en muchos casos un buen dinero y a cambio sólo se les pide que grazne en contra del oponente...¿De quien es la culpa por tener que aguantarlos? Igual es de la sociedad cainista que tenemos en la que no se exige resultados a nuestros políticos y además les permitimos que tengan inmunidad judicial.Una posible solución es dejar de defender al político de turno si se equivoca, roba, miente, no hace bien su trabajo...Quizás entonces aparezcan políticos serios...y ya de paso sindicalistas y empresarios.
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