miércoles, 2 de mayo de 2012

¡QUÉ LIBERTAD DE PRENSA!

Hoy, día 3 de mayo, se consagra, como el Día de la Libertad de Prensa, me da igual que sea mundial o no, eso son sólo apelativos, para mayor rimbombancia de quienes se terminan creyendo algo. Y en este día, los periodistas debemos estar más unidos que nunca porque la crisis está golpeando cada día y también, posiblemente, nuestra forma de afrontar, en líneas generales, la profesión. El enemigo está en la calle y es perfectamente visible. El enemigo se encuentra en la autocensura cuando no somos capaces de contar una historia veraz y contrastada por no complicarnos la vida; el enemigo se encuentra en el mal uso de los temas por falta de preparación o simplemente porque no hemos sido capaces de abordar la cuestión desde el mayor número de puntos de vista; el enemigo se encuentra también en las presiones políticas, sociales o del entorno, le ponen la cara que quieran, que con sus opiniones veladas, sus llamadas impertinentes o su arrogancia pretenden condicionar el trabajo de los profesionales y, así...sin descanso, podría estar describiendo otras tantas deficiencias de la profesión. Sin embargo, un hecho sobresale con fuerza y depende única y exclusivamente de nosotros: la solidaridad. Los profesionales de la información solemos ser tremendamente insolidarios y eso, sin duda, nos hace más débiles ante esos enemigos que aprovechan la ocasión para ahondar en la herida sin ningún tipo de compasión.
Por favor, que este día sirva para incrementar nuestra solidaridad: es justo y necesario....

1 comentario:

Anónimo dijo...

El periodismo está casi muerto. Al menos ese periodismo al que se refiere la palabra. Nos hemos convertido en meros transcriptores de ruedas de prensa amañandas y de gabinetes de prensa que nos mandan todo hecho para que no tengamos tiempo a pensar que todo lo que nos cuentan es mentira. El periodismo está muerto cuando en una plantilla de once personas hoy hay dos que tienen que enfrentarte a dos horas diarias de información. Un redactor no puede contrastar diez noticias, ni escribirlas medianamente documentadas. Un redactor se autocensura para no irse al paro. Un redactor no debería pensar en la publicidad a la hora de hablar o no de un tema. Encima es cierto lo que apuntas Miguel Angel, la falta de unión en este gremio. Yo empecé haciendo periodismo y ahora hago una especie de "vete corre y dile ". Pero, que hacer ?' las prespectivas son pocas: buscar trabajo en el mercadona de mi calle, hacerme free lance y pelearme no solo por el periodismo sino también por la economía, protestar hasta que me echen. Supongo que seguiré aquí siendo transmisora. Ojalá la crisis nos sirva también para ponernos de brazos cruzados. Deberíamos hacer una huelga de brazos cruzados y esparadrapo en la boca en todo el país.